Nevis Bungy 134m

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"CARLES, LOOK AT THIS!", y con un teléfono móvil delante de mi cara me he despertado viendo la hora y he pegado un salto de la cama al ver que eran las 9:15. Hacía un cuarto de hora que tendríamos que haber estado en la recepción del bungy. Cuando hemos ido y hemos contado lo que nos ha pasado la chica ha llamado a la agencia. Por suerte le ha cogido el teléfono un amigo suyo y le ha dicho que no nos preocupásemos, que podíamos ir a las 11.

Teníamos 2 horas, así que hemos aprovechado para poner la ropa en la secadora porque ayer la lavamos pero no tuvimos tiempo de nada más. Ayer dormimos con toda la ropa mojada a nuestro alrededor.

Hemos llegado a la agencia 10 minutos antes y nos han metido en el autobús dirección a la montaña. Por el camino, hemos visto el puente donde se inventó el bungy. También teníamos esa opción, pero elegimos el de 134 metros de altura, el tercer bungy más alto del mundo (pero el más alto del hemisferio sur). El más alto del mundo está en Macau (o macao), Hong Kong.

Nos han puesto el arnés y nos han metido en una cabina que te llevaba a más de 100 m. de altura hasta la nave desde donde se salta. Las vistas como nos tienen acostumbrados en este país, eran impresionantes.



El salto no se puede explicar. Son unos 8 segundos de caída según el folleto informativo. Yo no sé cuantos han sido pero sé que me ha dado tiempo a darme cuenta del salto que estaba haciendo y a disfrutar de ello.

Os dejo el vídeo que años más tarde he recogido. Gracias Philip:

Nos habían informado de que hasta Milford teníamos 5 horas de viaje, así que, coche y a conducir.

El camino hacia Milford no era tan complicado como nos habían dicho, pero sí que nos habían informado bien sobre las fantásticas vistas que, aunque no hemos parado por las prisas (nos han dicho que el albergue corta la luz a las 11 de la noche y tenemos que llegar antes) y porque mañana haremos el mismo camino de vuelta, las hemos disfrutado desde el interior del coche. De nuevo, Philip conducía y yo comía y después al revés.

Sin darnos cuenta, en 3 horas y media hemos llegado al albergue. Nos han dicho que lo de cortar la luz a las 23:00 es cosa del pasado. Nos hemos sentido inútiles al haber corrido tanto para llegar con la luz del día. 

En Milford no hay gasolineras. Salimos precavidos con el depósito lleno y hemos llegado con la mitad. Luego... estamos condicionados y no podemos coger el coche para ir a visitar nada. La gasolinera más cercana está a 120 km.


Aprovechando la luz del día, hemos dado una vuelta por la zona hasta llegar a donde mañana haremos el crucero.



Ya se hacía de noche y hemos vuelto al albergue, el cual es más grande de lo habitual y tiene una gran sala con sofás y mesas donde ahora mismo estamos escribiendo nuestros diarios mientras tomamos ya nuestra 2ª cerveza. 

Ahora a dormir que si mañana llegamos tarde, no creo que nos cambien la hora del crucero...