CARLES NEOZELANDÉS: Christchurch

Con la tranquilidad que da saber que no tienes tiempo para ver nada o pararte en ningún sitio, pero con el tiempo suficiente para llegar a Christchurch, hemos iniciado el que sería nuestro último viaje en coche por Nueva Zelanda.

La música era la misma de todos los días, el paisaje muy similar, el coche el de siempre, sin embargo, el ambiente era totalmente distinto. Este viaje, aún yéndonos mañana, sabía a despedida.

Teníamos que devolver el coche a las 15:00 y hemos llegado a las 13:30. Hemos buscado un albergue en el que nos quedaremos esta noche y hemos dejado el equipaje para no tener que andar luego con él. El albergue es increíble, más abajo lo comento.

Llenando nuestro último deposito de gasolina, hemos devuelto el coche y cogido un autobús para el centro. Hemos visto toda la ciudad que desde mi punto de vista, no es tan bonita como Queenstown pero Philip no opinaba igual; para gustos, ciudades. Él prefiere Dunedin.

Vuelta al Backpacker para preparar la cena. Nos hemos alojado en "Jail house acomodation" y, como su nombre indica,antiguamente esto era una cárcel y han mantenido la estructura instalando un BP. De hecho, ahora mismo estoy escribiendo desde mi celda, donde hay una litera porque las habitaciones compartidas estaban llenas y hemos tenido que meternos aquí por $65 los dos.

Los pasillos me recuerdan a la película "Cadena perpetua", que por cierto, la estaban viendo en la sala de cine. Hay una habitación donde hay objetos de la cárcel original. Por supuesto, las ventanas mantienen las rejas y en la entrada te puedes hacer fotos de preso. Mi chaqueta he hecho su mejor papel del viaje.

Todo está perfectamente remodelado, aunque hay un baño que sí parece que lo han mantenido porque da cosica entrar ahí (el baño de al lado está bien). En fin, merece la pena pasar una noche aquí.